La característica más peculiar de la bentonita es su elevada capacidad de absorción de agua, su altísima plasticidad y su prácticamente imposible defloculación. Esto proviene de su extremada finura de partícula.
Es una arcilla muy pegajosa con un alto grado de encogimiento y tiene tendencia a fracturarse durante la cocción y el enfriado. Por ese motivo no conviene trabajarla sola o como materia predominante de una masa. Su gran plasticidad puede servir de gran ayuda a cuerpos del tipo porcelana, en un 2% a 3 % sustituye en esta a un 9 o 10 % de arcilla plástica evitando así el contenido que generalmente introducen en la pasta estas, mejorando la blancura.
En esmaltes cerámicos, la bentonita se utiliza para mejorar la plasticidad y suspensión, es decir, que no decante. Además, retrasa el secado al momento de esmaltar y sube la viscosidad. El exceso de bentonita produce agrietados al secar. Por ello se utiliza entre 0,5 y 1% máximo en esmaltes.